sábado, 15 de marzo de 2014

Crónica de Micro Abierto Libertad 8 (137). 04/03/14

El pasado martes 4 de Marzo celebramos la edición nº 137 de MAL8 (Micro Abierto Libertad Ocho), encuentro en el que cada martes, de siete a nueve de la tarde, nos juntamos en la sala Libertad Ocho un gran número de cantautores para compartir nuestras canciones. Cada uno de nosotros ha compuesto cada canción, la ha escrito, ha hecho su música, ha expresado lo que tiene dentro y ha ensayado ante el espejo para interpretarla bien. Los artistas acudimos por diferentes razones, unas veces porque queremos estrenar una canción nueva, otras veces porque necesitamos cantar una canción en concreto por quién sabe qué razón, otras veces para practicar y aprender. Son más de cuatrocientos los cantautores que han pasado por nuestro escenario en estos casi tres años. Muchos pasan por allí una o dos veces, otros se quedan una temporada, otros vienen de forma intermitente, y otros no han dejado de venir desde que lo hicieron por primera vez. Cada semana nos acercamos al MAL8 alrededor de veinte artistas a pasar dos horas haciendo lo que más nos gusta, con la emoción y la solemnidad que proporciona la sala Libertad Ocho. También pasan por aquí cantantes que no componen y poetas que no cantan, aunque sí reciten con dominio de la escena. Todos aportan para hacer seguir creciendo este tipo de arte, la canción de autor, que requiere varias destrezas. No es raro que algunos cantautores tengan destrezas ajenas a la canción, como es el caso de Tío Antoño, que es, entre otras muchas cosas, un dibujante excelente. En una ocasión ilustró una crónica con caricaturas de todos los participantes. Ahora ha diseñado las primeras camisetas de Micro Abierto Libertad Ocho. Este es el dibujo.


Estarán a la venta por diez euros el próximo martes 18 de Marzo durante y después del MAL8 (139). Yo llevaré la mía orgulloso, ya que aquí hacemos un trabajo de mucha calidad, con mucha seriedad venimos a divertirnos y a evolucionar. También venimos a hacer algo muy importante, para difundir nuestra obra, para que la gente tenga acceso a nuestras composiciones. No sólo con las actuaciones en directo de cada martes, ahora también comenzaremos a publicar discos. El primero ya casi lo hemos terminado, en cuanto lo fabriquemos y distribuyamos, nos pondremos con el siguiente. En esos discos quedarán registradas las canciones que hacemos en nuestros talleres. Si alguien no sabe qué hacemos en nuestros talleres, que preste atención, porque estoy a punto de proponer el próximo taller: El próximo 15 de Abril celebraremos nuestro próximo taller, quien quiera participar tendrá que componer una canción titulada “Dios” y escribir a microabiertol8@gmail.com poniendo en el asunto “Taller Dios”. Las canciones han de durar menos de cinco minutos, y se podrán apuntar hasta veinte artistas, teniendo prioridad los cantautores. El tema del taller es apropiado para las ¿fiestas? que se acercan, celebrando el dolor, la muerte y el miedo. He de decir que a mí me resultan unas celebraciones ciertamente atractivas, es escalofriante y hasta gore, por no hablar del rollo sado, que no deja de ser impactante. Espero que disfrutéis del reto, para mí lo es, y haré lo que pueda.

Y tras estos jugosos anuncios, paso a contaros lo sucedido el pasado martes 4 de Marzo en el MAL8 (137). El primer cantautor de la tarde fue el elegante y elocuente Pedro Chillón, que, acompañado por el violín del gran Manu Clavijo, cantó la canción Braguitas asesinas. Precisamente, antes de que comenzara la sesión, estuvimos escuchando en Libertad Ocho, por primera vez, su nuevo disco, “Qué bonito es ser un loser”, álbum en el que está incluida esta divertidísima canción con la que comenzamos una tarde de puta madre, con perdón.


Después de una ausencia breve, ha vuelto a la asiduidad Laura Castro. Con la fuerza y el rigor que le conocemos y vemos reforzado, nos cantó su canción Cómo te echo de menos, en la que lamenta “no debo pensar de esa manera que me hace mal”.


Como estábamos en plenos carnavales, Caso Omiso decidió “sacar el pito carnavalero” y nos cantó Arriba mi pene, en la que cuenta que “vieron mi cabeza ustedes rodando por los andenes” y habla de “eslóganes absurdos”. Grande, Caso Omiso. Espero poder verle pronto en concierto.


De nuevo salió Manu Clavijo al escenario para acompañar a otro de nuestros ilustres malochos, Lope Villano, que nos cantó una de sus robustas canciones, creo que titulada Agüita buena (corríjaseme en comentarios, por favor), en la que canta, rapea y hace corear a todos. En esta edición comenzamos muy arriba, y no volvimos a bajar.


También a un palmo del suelo salió la poeta Olivia Tomé a contarnos y escenificarnos uno de sus orgánicos textos. “Mira que te observo y veo que no tienes ningún fallo” dice con manifiesta inocencia, la misma con la que cuenta a su receptor “a Nicolás no le besé, tenía hipo y me daba miedo ahogarme”. Su actuación siempre es sobrecogedora.


Camilo, aún abrumado pero firme por su éxito de la semana anterior, salió a cantarnos una breve y redonda pieza, de la que no pude captar el título, y agradecería que pusiera en comentarios. En ella se refiere al “síndrome de Peter Pan”, que tenemos aquellos que nos negamos a abandonar el estado mental de la infancia.


El maestro Pablo Bermejo nos deleitó en este MAL8 (137) con una nueva canción, Huérfanos de luz, acompañado también por el prodigioso Manu Clavijo. Me gustó tanto, que le he pedido que me mande la letra para ponerla aquí. Disfruten ustedes de la poesía de este compositor:

"HUÉRFANOS DE LUZ" 

La tarde se oscurece lentamente,
las teclas del piano se han cansado de esperar
dispuestas como dientes obedientes,
dormido su sonido sostenido a la mitad.

Las hojas amarillas van cayendo,
las sombras del invierno apenas dejan entrever
la red en la que un beso queda preso,
prendido entre dos versos al reverso de un papel.

El cielo es un espejo y su reflejo sólo es
un ciego amortajado en su ataúd.
Las niñas son anhelos y los ojos tienen sed.
Al sol se lo ha tragado un tragaluz.

La oscura madrugada se ha teñido con azul.
El ciego mira al cielo sin saber.
Sus niñas asombradas mueren huérfanas de luz.
Mejor es no tener nada que ver.

El fuego ha consumido a los amantes,
la guerra se hace fría cuando anida el desamor,
no hay lucha cuerpo a cuerpo como antes,
los labios enemigos han perdido su valor.

Menguante en su cuarto está la luna.
Aumenta sus encantos afilando su perfil.
Brillante como espuma que se esfuma
apura su hermosura que hasta el fin no llega el fin.


Os animo a todos a que hagáis esta crónica más completa y entretenida poniendo abajo en comentarios vuestras impresiones de las actuaciones, la letra de vuestra canción, un vídeo de la actuación, etcétera.

Arriba conté que venimos al MAL8 por diferentes razones, una de ellas es para practicar. Es justo lo que anunció que iba a hacer Diego Mattaruco al comenzar su intervención. Dijo que el MAL8 es también un “laboratorio”, aquí se ensaya y se crea, por ello nos recitó dos piezas hechas en nuestros talleres, Soledad y Como. Dos maravillas de la palabra, el ritmo y el sonido. El inclasificable Mattarucco siempre sorprende y entretiene con su complejísima forma de escribir. Como siempre, fue ovacionado ampliamente.


Yo, Andrés Sudón, hice lo propio y canté también una de las canciones que he compuesto para nuestros tallerer, Subirá, en la que hablo de ese “mecanismo” que me hace subir y bajar de “la puerta de carajo” a “la punta de la vida”, con aflicción cuando quedo “en medio, quiero decir en miedo”.


Conmigo llegamos a la mitad del MAL8 (137), momento en el que solemos conocer a los nuevos participantes. Primero conocimos a tres de ellos, de los que no puedo hablar demasiado por apenas conocerlos.

El primero fue José Herrero, que nos cantó al piano una canción que dice “la ansiedad nos hará más fuertes”.


El segundo de los nuevos participantes fue Javi Serrano, que vino desde Barcelona para participar por primera vez en nuestras sesiones.


El tercero fue Julen Gossip, que nos cantó una divertidísima canción en la que reivindica que “ser una vago requiere dedicación”, y se dice “Juliano, dónde vas sin un trabajo a tu edad”.


Y tras conocer a tres de los nuevos participantes, salió a escena la persona que más veces ha actuado en el MAL8, Marta Plumilla, que sigue con su crowdfunding, a punto de terminar. Introdujo su canción Cuando me vuelvas a querer diciendo “querido Jack, he hecho una canción normal…”. Maravilloso el ingenioso pop de esta cantautora única que promete “perseguiremos a la lluvia para que nunca te reseques”. Realmente refrescante.


Las dos en punto nos cantaron en esta deliciosa tarde una bonita canción en la que dicen “nunca olvidaré las noches de flamenco y rocanrol (…), no quiero que recapitule una rendición, aunque me cueste perder el corazón”. Tengo apuntado que se titula Gotas de normalidad, pero no estoy seguro.


La siguiente actuación fue la más sorprendente de la tarde, Alejandro Bareño, alguien que “no hace nada”. Alejandro es una de esas personas que cuando habla hace un espectáculo, su rapidez mental e intuición le hacen ser una de las personas más graciosas que he conocido jamás. Me pareció interesante compartir el talento de este hombre, y le pedí que viniera a ver el MAL8 y saliera a decir lo que quisiera. Dejo un vídeo de su actuación, que no tiene desperdicio. Como veréis, nos lo pasamos de maravilla con Alejandro Bareño, esperamos que vuelva a visitarnos.








De nuevo nos visitó Saül Vanaclocha. Esta vez nos cantó La vida va, canción en la que asegura que “la vida va, nunca viene, síguela, no la esperes (…), síguela, respira”. Muy rica la energía de este cantautor.


Llegó el turno de Manu Clavijo en su faceta más importante, la de cantautor. Clavijo posee un particular mundo interior lleno de surrealismo y originalidad. En esta ocasión nos cantó una de las canciones hechas para nuestros talleres, Tamo, compuesta para “Palabras salvadas”, taller en el que compusimos canciones con palabras en peligro de extinción. Es una canción que no se te va de la cabeza, en cuanto empieza a cantarla, todo el mundo se pone a corear. Fue una tarde de lo más risueña, nos pasamos de fiesta toda la sesión.

Tanto que Javier Cuenca quiso cantarnos una “canción psicotrópica” titulada La rosa y la espina. Todo el mundo muy inspirado, jocoso y profundo en este MAL8 (137).


Juan Antonio Ordóñez también se unió a la hilaridad y cantó Media canción, cantada “ a medio pulmón”. Una preciosidad más de este concienzudo cantautor.


Ya muy cerca del final salió nuestro querido José Miguel González. Comenzó su intervención citando a Pessoa, y contándonos que una vez escribió una novela a medias en la que Pessoa jugaba un papel importante. Después nos leyó tres poemas. El primero de ellos comienza diciendo “este invierno que tanto te quiero…”. En el segundo alude, como Camilo a Peter Pan, “sueño que juego con Wendy y los niños perdidos al otro lado del espejo”. El último lo presentó diciendo que es un “poema breve, normal y corriente sobre el amor”, que introdujo con una cita de no sé quién: “el amor es una mariposa recién salida del psiquiátrico”, y en el que propone que “dejemos que las lenguas hablen de sus cosas”. Magnífico el siempre joven maestro José Miguel González, adorado por todos nosotros.


La tarde terminó con un auténtico trovador, Antonio Pastor Gaitero, que en su canción reivindica “desde el origen del mundo, para el pueblo libertad”, y advierte “no dejaré de cantar, aunque no tenga guitarra”. Grande la fuerza poética de este artista puro y duro.


Y así fue la tarde del 4 de Marzo en el MAL8 (137), una sesión muy divertida y sonriente que recordaremos gracias a esta crónica y a vuestros comentarios con las canciones, vídeos de la sesión, impresiones de las actuaciones de los demás, de las propias… Colaborad con la historia de la música participando con vuestros comentarios. Antes de despedirme, me gustaría invitaros a una exposición: se llama Blanco y negro dos. El autor es Daniel López, también conocido como Dan Durán, o Dani. No sólo hay cientos de personajes interesantes que frecuentan el Libertad Ocho, en estos retratos logra captar algo bello de cada persona. Yo ya me despido hasta la próxima crónica, que espero que salga en unos días. Gracias a Plumilla por la fotos, a los artistas por su talento y generosidad, y a Libertad Ocho por tener esta iniciativa.

Andrés Sudón  

miércoles, 12 de marzo de 2014

Crónica de Micro Abierto Libertad 8 (136). 25/02/14

El pasado martes 25 de Febrero del 2014 celebramos la  edición nº 136 de MAL8 (Micro Abierto Libertad Ocho, en la que veintitrés artistas pudimos compartir nuestras creaciones e interpretaciones en un contexto abierto a cualquier expresión artística hecha con cariño y esfuerzo. El primer participante de la tarde fue Juan Antonio Ordóñez con su canción Mi mundo al revés, en la que canta “Yo quería que una ubre de palabras descargara entre tus piernas mi poema, yo quería besar, pero el beso en boca queda”. Poco a poco vamos conociendo la cuidada obra de este cantautor comprometido con la vida y la belleza.


En segundo lugar actuó el poeta Karim Cherguí, que comenzó su intervención diciendo “si me vas a poner los cuernos, no me lo cuentes; pero la hija de puta no hacía caso”. Así nos preparó para sus tres inspirados poemas, el primero a colación de la introducción reza “no pregunté los motivos, estaba ocupado muriendo”. El segundo se titula Triunfo sobre el desamor, y el tercero Una araña que nos mira. Este poeta siempre nos enriquece con su abierto punto de vista y la sencillez de sus versos.


El Tío Antoño nos emocionó con su canción Viejita, “para una persona que se acaba de ir”, alguien que le decía que “si las canciones no se cantan, no existen”. “Tus ojos que lo han visto todo, ya han dejado el miedo”, canta El Tío Antoño en esta canción, con una dulzura a la que no nos tiene acostumbrados en el escenario, pero sí en persona. Por cierto, el próximo 18 de Marzo tendremos a nuestra disposición camisetas del MAL8 ilustradas por él.


Lucía Díaz cantó la canción que ha incluido en el disco del MAL8, “Consciencia, libertad, soledad y gente rara”, que ya casi está terminado, y del que pronto publicaremos la campaña de crowdfunding para poder fabricarlo. Coma hace habitualmente, recitó un poema antes cantar su canción, en la que dice: “Que me digan a mí que es ser alguien normal (…), yo me declaro un ser humano raro”.


Olivia Tomé salió de nuevo a emocionarnos con su perfopoesía. Aseguró que no había terminado el poema, y que tan siquiera se había apuntado, de modo que subió a recitarlo y a terminarlo “en rojo”. “¿…Por qué no nos decimos nada?” comienza este poema vivo que, como siempre, nos puso la carne de gallina.


El amable Daniel Moncloa nos deleitó en este MAL8 (136) con una bella canción titulada Light, “una metáfora del alma o corazón”, en la que habla, según nos contó, de “seguir las rutinas y olvidarse de lo demás”, supongo que se refiere a las cuestiones del alma o el corazón. Esa es una de la labores de poetas y cantautores, recordar a los oyentes que hay algo más que las miserias que nos ofrece este mundo roto.


Es notable la evolución del cantautor Juanlu Mora, un artista extraordinario, capaz de escribir verdaderas joyas. Más cómodo y concentrado que nunca, nos cantó una canción de la que nos dijo que, a pesar de tener quince años, “sigo pensando lo mismo”. “Frente al espejo sientes vértigo, y crees que el vértigo lo inventaron los espejos”, dice está siempre nueva canción.


Nuestro querido y admirado José Miguel González comenzó su intervención con una cita de John Donne: “Ningún hombre es una isla, entera en sí, Cada hombre es pieza de continente, parte del total”. Después nos leyó tres inspirados poemas. El primero titulado El tigre, “soy un tigre en una jaula cuya llave está en mi alma”. En el segundo asegura “al nacer lloramos porque llegamos a un mundo de locos”. Terminó, como anunciaba la introducción, con un poema titulado La isla. Ningún hombre es una isla sola, está claro, pero en la isla de José Miguel se puede disfrutar de unas playas paradisíacas, limpias y extensas.


De nuevo nos visitó el impoluto Dan Pierce, un cantautor londinense que siempre nos sorprende tanto por su perfección como por su sensibilidad y capacidad de transmitir. Esta vez, creo que es la tercera, nos cantó una canción más ligera, Normal Folk, en la que habla de la “genta normal”. A pesar de tener algún problemilla con la cejilla, hizo de nuevo una actuación impresionante.


El siguiente en escena fue Carlos Rodríguez, al que vamos conociendo más en profundidad. En esta sesión nos cantó Los días imperfectos, adentrándonos, canción tras canción, en su mundo.


Después salió al escenario de Libertad Ocho la mitad de SilNé, Silvia, que nos recitó de memoria un poema de José Hierro, Despierta, el cual quiso dedicar a nuestra querida Olivia Tomé.


A continuación salió el ínclito Pedro Chillón acompañado por el dinámico violín de Manu Clavijo, para cantarnos Vendedor de patrias, en la que impera “no moleste más, no voy a comprar”. Un lujo tener en nuestro escenario la meticulosa y caleidoscópica obra de Chillón.


También es un lujo tener entre nuestros malochos a personas con tanto carisma como Caso Omiso, quien en este MAL8 (136) nos cantó Mi vanidad, la cual asegura “estoy dejando, ya soy humilde”, tras lo cual cantó “sin estudios, sin dinero, siempre me he creído un genio sin medida”. Hay que admitir que es un genio cuya obra cada vez es más asequible y bien hecha.


Las dos en punto fueron los siguientes en escena, Rafa y Mila. Nos cantaron una de las canciones más comprometidas y bonitas de su repertorio, Viento del norte, en la que dicen “ya me han vencido, ya se han bebido mi libertad (…), quiero ser libre y volver al viento donde nací”.


La siguiente en escena fue Marta Plumilla, la cantautora que más veces ha participado en el MAL8, incluyéndome a mí. Plumilla está en pleno crowdfunding, pero es tan poca su vanidad y tan grande su humildad, que no dijo nada al respecto… Solamente nos cantó su canción Odio los supermercados, una canción en la que pasea por un supermercado viendo las tristezas que nos venden, mientras va dejando un rastro de azúcar de un kilo que “ya no es un quilo”. Termina quedándose ahí, “para ver si alguien me compra”. Cómprenla ustedes pinchando aquí.

Con cierta nostalgia, y gran regocijo por lo evolucionado desde entonces, Pablo Bermejo nos cantó, acompañado por el violín de Manu Clavijo, la canción que interpretó la primera vez que vino al MAL8, Abrazo traidor, con la diferencia de que ahora la técnica adquirida le permite controlar los nervios y llevar la canción por donde él quiere. Hace tiempo que bermejo se ha convertido en un profesional, yo creo que ya es hora de hacer un nuevo disco con todas las canciones que ha compuesto desde que se lanzó a darlo todo.


El poeta y cantor Antonio Pastor Gaitero introdujo su canción con un poema, ya que es un maestro del verso. Una canción que dice “en esta vida de bardo soy más amigo del cardo que de la flor presumida”. Quiso dedicar el último fragmento de su canción a su hija Rocío, no sé si era este: “con tus manos amasaremos luces de infinito”. Que nos lo aclare en comentarios, si es tan amable.


El siguiente fue el joven maestro Alberto Alcalá, que ya prepara con premura su concierto de presentación en Galileo del próximo  25 de Marzo. Nos deleitó con su canción Temblor de tierra, en la que implora “que para el mundo, que me bajo en tu verdad”. Qué cosas tan bonitas hace este hombre, merece llenar la sala el día 25, seguro que hay miles de personas con buen gusto que aprecien algo de tanta calidad.


Miguel de Paul está que se sale (pone en mis anotaciones), ha pasado de ser un tímido roquero a desprender una bonita energía cada vez que se sube al escenario. En esta edición nos cantó El emperador del norte.


Quizá la actuación más impresionante y aplaudida de la tarde fue la de Camilo, que nos mostró una canción reciente muy inspirada, Tu cuadro. La música, su voz y la letra me gustaron muchísimo: “hay quien quiso amar e hizo lo que Dios manda (…), luego estás tú que (…) amas y no te quedas la espera (…), es tu única forma de pintar tu cuadro”. Hubo una gran ovación muchas felicitaciones tras la sesión.


Manu Clavijo nos cantó esta semana uno de los “descartes” de las canciones que podría haber grabado en “Consciencia, libertad, soledad y gente rara”, nuestro deseado primer disco del MAL8. Cantó Consciencia, una enigmática y bella canción en la que alguien que “se miró en el espejo y sólo vio un cristal pintado de negro.


Ya estábamos casi fuera de tiempo, y como yo, Andrés Sudón, no quería quedarme sin cantar, hice mi canción más corta, Obertura final, en la que canto “aquí empieza la canción que está a punto de terminar”. Ya estoy anunciando mi próximo concierto con banda en Galileo, será el 17 de Abril, y aquí dejo un link para adquirir la entrada anticipada con su correspondiente descuento.


Como es habitual, la última actuación fue la del cantautor que después haría un concierto en el escenario de Libertad Ocho, Dani Fernán, que despidió el MAL8 (136) con una canción que habla de “la convivencia en un piso compartido de músicos”. Seguro que es una maravilla, como el MAL8, donde muchos hemos encontrado un lugar con genta tan rara como nosotros, gente normal a la que le gusta sentir, escribir, tocar, cantar.


Gracias a todos por leer y, sobre todo, por aportar a esta crónica vuestras opiniones y sensaciones en comentarios. Gracias a Plumilla por la fotos,  Libertad Ocho por el espacio perfecto para esto, y al público que cada semana llena la sala de expectación y sensibilidad.


Andrés Sudón