domingo, 26 de octubre de 2014

Crónica de Micro Abierto Libertad Ocho (170). 21/10/14



Aún sigo emocionado por la sesión del pasado martes 21 de Octubre de 2014, la edición nº 170 de MAL8 (Micro Abierto Libertad Ocho), en la que en dos horas exactas actuaron veintiséis artistas, nueve de ellos nuevos participantes, ante una sala llena de personas absolutamente receptivas. Cada participante fue dando lo mejor de sí en apenas cuatro minutos cada uno, creando una dinámica de la que no puedes desconectarte. El escenario de Libertad Ocho consigue captar la atención de todo el aforo, como un teatro. Cuando se apagan las luces y se enciende el escenario, comienza el ritual que cada martes nos proporciona un atracón de canciones. Los que cantamos aquí, venimos a hacerlo en un lugar donde se va a escuchar nuestro trabajo con voracidad, y donde vamos a presenciar un espectáculo de malabarismos admirables. Los que acuden a escuchar, se llevan dentro más de veinte canciones, que quizá sólo puedan encontrar aquí, compuestas e interpretadas de la mejor forma posible. En MAL8 se tocan todos los palos y estilos, se canta en todos los idiomas, se hace desde cualquier punto de vista, pero lo que tenemos en común todos los que participamos es que lo hacemos desde el respeto a este escenario. Y no sólo por ser el del Templo de la Canción de Autor, sino porque es de tal manera que las canciones funcionan ahí, y hay que hacerlo lo mejor posible. Este espíritu estuvo brillando en este MAL8 (170).



El primero en ponerlo en el escenario fue Juan Antonio Ordóñez con la canción Blanco sueño, en la que afirma “No te equivocas, vivir quiero, pero entre sombras atacan perros”. Sí, conozco a esos perros, quizá por eso me llegó especialmente esta canción. Es un lujo tener a personas como él, que cada martes vienen a regalarnos su arte sólo a cambio del placer de compartirlo. Si alguien desea darse un festín con sus canciones, estará el día 11 de Noviembre en el Segundo Jazz, según tengo entendido.




El segundo de esta excelente tarde fue Israel Calzada, quien en su canción Dónde están las poesías lamenta que “ya no queda nada, sólo los deseos y esta canción”. Es cierto, de todas las cosas que pasas en la a vida, a veces sólo quedan las canciones, un gran tesoro que Israel ha tenido el detalle de compartir con nosotros.




Se apresuró Camilo Crespo la semana pasada a enseñarnos su canción nueva, Inocentes, una bellísima pieza subidita de tono muy adecuada para la edición nº 169, en la que sugerimos traer canciones calentitas, rememorando la edición nº 69. La cosa es que la tenía con pinzas y no quedó conforme con su interpretación. Este martes la trajo macerada, y pudimos disfrutarla completamente. Aunque no tanto como él “bajo esa colcha (…), mientras un reloj contó sus horas y el cuadro de tus padres nos miró (…), y allí tus senos tiernos, y allí mi vientre hirviendo (…) buscando el cuerpo a cuerpo, nos declaramos inocentes”.




David San Sebastián vino a algunas ediciones hace tiempo. Le sucedió en varias de ellas que no quedó conforme con su actuación. La verdad es que venía a hacer versiones de canciones en inglés y se las inventaba un poco bastante. Era gracioso, pero el humor no era su objetivo. Estuve a punto de pedirle que no volviera, ya que era un despropósito. Sin embargo le propuse que regresara cuando viniera a cantarnos una canción propia, así nadie sabría si se equivoca o no. Le aseguré que al componerla jamás podría olvidarla. Y después de mucho tiempo desde aquello, vino a este mágico MAL8 (170) a cantarnos su canción, en la que pide “que mañana no sea como ayer, ser cuervo en el aire que vuela a su nido al amanecer”. La cantó con verdadero deleite, se notaba que había ensayado mucho, y nos llegó su disfrute, por lo cual recibió un sonoro y sincero aplauso. Ya no había humor, sino una historia bonita y gratificante.




En una edición pasada canté una canción de la que no pude decir el título ni contar nada, debido a que forma parte de un proyecto que aún no hemos presentado. Bien, pues Marta Plumilla cantó en este MA8 (170) una canción que forma parte de ese mismo proyecto. De modo que, si estáis atentos, ya sabréis en el futuro de qué estamos hablando. Perdón, de nuevo, por el cripticismo. Donde no habrá secretos será en el concierto que Marta Plumilla hará este Lunes 27 de Octubre en Libertad Ocho acompañada por las guitarras de Juan Fernández Fernández y un servidor, Andrés Sudón. Lo ha titulado “Welcome to Los Andes”, y será un espectáculo irrepetido (también irrepetible, pero la cuestión es que nunca hacemos lo mismo). Concierto obligatorio para almas golosas.

 
Como Plumilla hace todas estas fotos sepia, a veces no hay foto suya (porque se me pasa hacérserla...) Esta es la foto más reciente que tengo de ella.


El maestro Osvaldo Lindner fue el siguiente en escena. En esta edición nos deleitó con una serenata titulada Río de tigres, de Luciano Pereyra, en la que canta “Toda el alma mía te quiero entregar /en una mirada profunda y astral. /Quemarme en la hoguera de tu corazón /y, de sangre en sangre, /fecundar la muerte. Fecundar la muerte con nuestra canción”.





Siempre me ha gustado mucho el trabajo de Manu Clavijo, pero ahora le veo cada vez más enchufado. Aunque es célebre por ser un violinista mágico, capaz de redimensionar las canciones de aquellos a los que acompaña, su proyecto como cantautor es de lo más espectacular. Si buscamos autenticidad, originalidad, rico surrealismo y un mundo musical propio y único, en él lo encontraremos. En esta edición cantó Soy tu ansiedad, una canción relativamente antigua que cantó como si la estuviera improvisando. En ella, la ansiedad en primera persona le advierte que no le va a dejar en paz. Creo que pronto tendremos nuevo disco de Manu Clavijo. Amén.




Ángel de Andrés ya había anunciado que en esta edición cantaría algo tranquilo, pues su intervención suele ser una fiesta, más bien un guateque breve pero intenso en el que nunca faltan palmas. Esta vez nos regaló una balada titulada Unas simples canciones, en la que hace apología de su oficio de cancionero.




Los astros se han conjugado para que a esta edición acudieran personas muy especiales para el MAL8, como el siguiente participante, Pedro Pastor, quien hace tres años, con apenas dieciséis primaveras en su haber, se presentó aquí para cantarnos sus primeras canciones. Hace dos semanas presentó su primer disco en Galileo con el aforo completo, un álbum lleno e calidad, verdad y re-evolución mental. Pedro Pastor vino a este MAL8 (170) a cantarnos La vida plena, canción que da título a ese primer disco, augurio de una carrera flamante que todos presenciaremos. Estoy seguro de que este hombre nos va a dar muchas alegrías.




El siguiente en escena fue Pedro Makay. Como suele hacer, presentó su canción diciendo “este número de llama Cuando miro hacia el mar”, una dulce tonada que te transporta directamente al agua y a la madera, al vaivén.




A continuación pudimos escuchar a un cantautor que está empezando a ser habitual en MAL8, el joven Mauro Berral. Lo poco que he escuchado de él me gusta mucho. Seguimos conociéndole. En esta ocasión nos cantó No pienso volver, la cual presentó asegurando: “me da rabia que me digan lo que tengo que hacer en la vida”. Y a quien se le ocurra, le advierte: “cuenta hacia atrás, te voy a atravesar, no te tengo miedo, aquí espero sediento”.




Qué gran edición la nº 170, vinieron cantautores que me encantan, como mi querido Fernando Álvarez, quien vino a estrenar su canción Será, en la que muestra un estado del que desconoce su causa, “será que no me sale la emoción, o que tiemblo demasiado”, aunque “los futbolines de la plaza ahora me hacen llorar”. Su forma de cantar suave y de emoción contenida, nos adentra en una dimensión en la que se está muy confortable escuchando sus penas y penurias, las cuales vuelan llevándose las nuestras.




Lo más espectacular que ha sucedido en este MAL8 (170), fue conocer a nueve magníficos nuevos participantes. De pronto hemos recibido una inyección de talento que nos ha dejado al borde de la sobredosis. El primero al que conocimos fue a Gabriel González Pérez, cuyo proyecto se llama Vidanauta. Se presentó en MAL8 con una sugerente canción en la que canta, habla, y rapea, diciendo cosas como “hace tiempo que pienso en dejar de pensar”. A primera vista me ha parecido una maravilla, espero poder seguir conociendo su obra en próximas ediciones.




El segundo nuevo participante fue Kike Marcos, un cantautor roquero de gran calidad, con una voz contundente y un saber estar en escena brillante. Nos cantó para presentarse aquí su canción Quédate un momento, en la que asegura que “necesito de ti, de tus manos, de tu voz”. Pues eso le pedimos a él, que se quede muchos momentos.




Después conocimos a Leo Sendra, quien con un ritmo envolvente una bonita voz de arena, nos cantó Día último, en la que dice millones de cosas muy interesantes, “ya no desisto, ya no insisto”. Tengo que decirles a los nuevos participantes, que pueden hacer esta crónica más completa poniendo en “comentarios” (abajo del todo) la letra de la canción que han cantado, o un enlace con la canción directamente, así los lectores no tendrán que conformarse con mis vagas descripciones.




La siguiente nueva participante a la que conocimos fue Mimi Mateos. Nos cantó una canción de “rupturas y desengaños” titulada Aunque fui yo “quien tomó la decisión, duele, duele, duele”. Me reconfortó la actitud de esta entregada cantautora. La verdad es que me encantaron todos los nuevos participantes de esta edición. Todavía quedan unos cuantos de los que hablar.




Sucede que los que acudimos al MAL8 somos humanos, audaces depredadores de supermercado, animales emocionables que en un espacio limitado tienden a rozarse. Y el roce hace el poema. El siguiente participante, [por petición del participante en cuestión, hemos borrado su nombre y la fotografía que acompaña a este texto], aseguró que era su primera vez en un escenario. Nos contó que asistió como público la semana pasada, y sobre lo que escuchó se vio obligado a escribir y a subir a recitar. Le llamó la atención una actuación, es decir una actuante, de la pasada edición: “pensaba que (…) la palabra amor ya no enamoraría (…), pero llegó ella y me dejé llevar, en la Calle Libertad (…)”. Revisando la crónica de la semana pasada podremos ver quién inspiró a [Nombre borrado por petición del artista], y la verdad es que a primera vista son el uno para el otro. Puede que también el poema haga el roce.




También por primera vez en MAL8 pudimos escuchar a Fernando Saiz-Prado, quien se presentó con su canción Si te vas, en la que asegura, "qué más da, no va a ser la última vez que vuelva a caer sin red". agradecemos su malabarismos.


Y seguimos conociendo a cantautores de alta calidad, como Alex Serra, que me impresionó sobremanera con su canción Como los pasos de un tango, por su destreza en todos los sentidos. Si se cumple mi deseo de que vuelvan todos estos nuevos participantes todas las semanas, vamos a tener que sumar otras dos horas cada martes para disfrutar de toda esta calidad y cantidad de cantautores.






El siguiente al que conocimos fue Rubén Artabe, cantautor afincado en Galicia que está pasando unos días en Madrid, haciendo la ruta de los micros abiertos. Nos cantó El mundo cae para presentarse en el MAL8. Gran dominio de la guitarra y del escenario en general. Insisto, fue una edición brutal.

 



El último nuevo participante de este MAL8 (170) fue Javi del Val quien con una bonita voz y gran energía, se presentó aquí con su canción Idilio. Como dije en ese momento en el escenario, es muy bello ver a tantas personas de talento encontrando su sitio. Todavía estoy emocionado por haber conocido a estos nueve nuevos participantes. Tanto como lo estoy por ver cada martes a nuestros habituales haciendo su magia.






Y para mago, Muerdo, el siguiente participante, otro que vino al MAL8 hace tres años siendo un niño que estaba grabando su primer disco. Ya tiene dos y es un señor muy bonito que hace magia en escena. Nos cantó Siempre adentro sin apenas usar el micrófono, ya que es un chamán al que yo creo capaz de hacer sonar su voz en todo un desierto, que es lo que parecía el Libertad Ocho cuando salió su canto de su garganta.




Los siguientes en escena fueron el dúo Sirocco, que nos cantaron su canción Te espero. Nosotros les esperamos aquí cada martes, ya que ahora están fijos en Madrid.




Ya en la recta final pudimos escuchar otras tres grandes actuaciones. El antepenúltimo de la tarde fue el bueno de Vidi, que nos cantó una divertidísima canción que en un principio se titulaba Amapola, según nos contó, pero que luego tituló Poppy, que es lo mismo en inglés. Cuenta lo sucedido en una tarde de televisión y siesta, según entendí, en la que soñó: “me encuentro con una amapola y me muerde, me envuelve con su olor”. Este cantautor no deja a nadie indiferente con su particular voz y su sincero surrealismo.




El penúltimo participante fue un nuevo participante de la semana pasada al que queremos con nosotros, Álvaro Mateo, quien con su bonita guitarra azul y su gran destreza, interpretó su canción Enséñame para deleite de todos los que llevábamos casi dos horas deleitándonos.




Como es habitual, la sesión terminó con quien después hizo un concierto en ese mismo escenario, César de Centi, que nos dio una muestra de lo que luego iba a suceder cantándonos Nana para dormir a los padres.




Y así fue la excelente edición nº 170 de MAL8. Antes de despedirme, quiero recordaros que el martes 4 de noviembre celebraremos el taller “Negro”, para el que hay que traer una canción con ese título recién compuesta y a estrenar. Para apuntarse hay que escribir a microabiertol8@gmail.com, con el asunto “Taller Negro”. Gracias a Marta Plumilla por las fotos, a los artistas por su generosidad y su alentó, a Libertad Ocho por tantas cosas,  a vosotros por leer, comentar y compartir.



Andrés Sudón

domingo, 19 de octubre de 2014

Crónica de Micro Abierto Libertad Ocho (169). 14/10/14



Antes de contaros lo sucedido en la edición nº 169 de MAL8 (Micro Abierto Libertad Ocho), tengo que anunciar que este lunes 20 de Octubre por la noche tenemos una Gala de MAL8 urgente, titulada RAREZAS, en la que los participantes cantaremos lo más extraordinario, original, extravagante y raro de nuestros repertorios. Seguro que lo pasaremos muy bien, convirtiendo el lunes en un día divertido e interesante. Si alguien quiere participar, que escriba a microabiertol8@gmail.com para que le cuente los detalles. Aquí dejo el evento de Facebook.

Y ya vuelvo a lo que nos ha traído aquí, el MAL8 (169), celebrado el pasado martes 14 de Octubre de 2014. Rememorando la edición nº 69, propusimos traer repertorio de tono erótico a esta edición, sólo como sugerencia. Algunos lo hicimos. En todo caso, el MAL8 siempre es una especie de orgía donde mezclamos y compartimos nuestras emociones y habilidades, sudamos, lloramos y llegamos a ciertos estados de éxtasis.


La sesión comenzó con Víctor Argaña, que nos cantó la canción Tres historias de la noche, “historias que ocurrieron, que ocurrirán, que siguen ocurriendo” en la noche de Madrid, “sí, sí, qué coño hago yo en Madrid”, repite esta divertida y curiosa canción.


La poeta Mariana Kruk sí que se animó a poner en escena material erótico, y comenzó con un poema titulado Humedad, el cual termina aseverando “con vos se acabaron todas mí sequías”. Después sacó de un libro suyo del que ya no quedan copias, “Hasta la última uva”, un poema titulado que dice: “Alguien quiere hacerme arder”.


Camilo Crespo también trajo los deberes. Hizo para la ocasión una preciosa canción erótica titulada Inocentes, en la que dice cosas como “los dedos ya no nos bastaban, los labios tomaron el control”. Maravillosa canción que esperamos escuchar de nuevo, ya que la había compuesto ese mismo día, y la llevaba un poco verde.


También Osvaldo Lindner se acercó al erotismo cantándonos una tonada. Según nos explicó, las tonadas son “canciones que los hombres dedican a las mujeres, y ellas deben llevar una copa de vino al cantante” tras dedicársela.  La pieza que nos cantó se titula Una rosa para una rosa, y como siempre disfrutamos con él de sentir y aprender.


En esta edición volvieron a participar nuestros recién conocidos Versos en cueros, Pedro y Javi, que aseguraron hacer “rock/poesía musicada”. Lo que hacen lo tiene bien preparado y se nota que hacen con devoción. Hicieron un pequeño poema musicalizado para introducir la canción que nos cantaron en este MAL8 (169), titulada Invierno.


Este verano hicimos un  taller titulado “Los bingueros”, como la película de Pajares y Esteso. Eso sucedió porque queríamos hacer un taller basado en una película, y pedimos a los participantes de una edición anterior que pusieran títulos de películas en un papelito, para luego sacar al azar uno y hacer el taller con él. Resulta que de entre todas las interesantes películas que propusimos los malochos, la mano inocente sacó “Los Bingueros”. Con obediencia democrática, sacamos adelante el taller. ¿Quién propuso tal película? Fue nuestro querido y admirado Lope Villano, y el muy villano no pudo asistir al taller… Teníamos pendiente lo que sucedió en este MAL8 (169), Lope trajo su canción del taller “Los bingueros”, y no creáis que trajo cualquier cancioncilla, trajo una cancionaza titulada Bingo Spanish Freak out. Nos impresionó con su brillante destreza en todos los aspectos. Y hay que admitir que el taller “Los bingueros” fue muy divertido.


Marta Plumilla se sumó a los que quisimos rememorar aquel MAL8 (69) estrenando una canción recientísima de tono erótico en la que enumera una serie de actos tales como “ir por Central Park enseñando mis tetillas”, hasta que concluye: “pero lo que más me pone es Chuparte un pie”, que es como se titula la canción. La ovación fue atronadora.


Yo, Andrés Sudón, fui el siguiente en escena, y aproveché la ocasión para tocar una canción que no puedo tocar todavía, porque forma parte de un proyecto que aún no hemos presentado… De modo que tampoco voy a contar nada aquí, los presentes lo presenciaron, como corresponde. Perdón por el cripticismo. Aunque me dan ganas, no creo que la cante este miércoles en el concierto que haré en La Fídula…


Caso omiso presentó su intervención diciendo: “siempre he tenido desprecio a las personas a las que no les gusta mi música”, y cantó Caso Omiso y las demás canciones. Insisto en que me atrae sobremanera el trabajo de este hombre, que aunque parezca tajante y soberbio, es un tipo de lo más dulce, generoso y humilde que he conocido en estos tres años y pico de MAL8. Es todo un caso.


Llegados al ecuador de este MAL8 (169), dimos paso a los tres nuevos participantes que quisieron acercarse a conocernos y viceversa. La primera fue Maggie, quien nos contó que siempre ha venido de público, pero que hoy quería decir algo. Trajo un texto titulado Vacío, en el que dice “Señores ciudadanos, estamos vacíos”, haciendo una crítica profunda y, desde mi punto de vista, acertada: “lo natural se cambia por lo normal y aceptado”. Aseguró que era un texto pesimista, pero yo creo que cuando haces autocrítica, social en este caso, empiezas a cambiar las cosas, y eso no es pesimismo precisamente.


El segundo nuevo participante al que conocimos fue David Fronda, un misterioso poeta que presentó su lectura diciendo algo muy interesante: “he estado unos años fuera, también estuve muerto; esto lo escribí antes de morir…”.


El último de los nuevos participantes fue Álvaro Benito, un jovencísimo cantautor de gran talento y destreza, que, a pesar de los nervios, nos impresionó con su canción Pequeño agujero. Este chico tiene todo lo que me gusta: toca de puta madre, hace letras divertidas y profundas y canta bonito. Espero que se anime a venir por aquí con asiduidad, y, si puede ser, que venga con Mauro, de quien hablaré más adelante.


Quien también lo tiene todo es Juan Antonio Ordóñez, el siguiente en escena. También se atrevió a cantarnos una canción de tono erótico, A las puertas de un cuento, escrita, según nos contó, en 1995. En ella quiere rescatar “entre ficciones, un deseo, una verdad”, y asegura que “soñar a veces es preferible”. Parece que siempre ha compuesto con el mismo talento.


Hacía mucho que no venía por aquí el poeta Víctor Pérez, pero esta vez vino más de verdad que nunca. Le vi sobradamente fuerte, me lo imaginé escribiendo el poema que nos leyó, del que dijo que tiene dos títulos: 1) Fumaré en esta cocina, y 2) Soy la alegría de la huerta y no lo sabéis. Hasta ahora, Víctor había pasado un poco desapercibido, pero este pasado martes nos mostró el fuego y el humo de su interior. Bravo.


Juanlu mora participó en esta edición como poeta, más bien como “tuitpoeta”. Nos leyó cuatro “tuits” de esos que tienen centenares de RT: Dentro, Nocturna, La razón del eco y Viudos. Este último dice:
“El tiempo transforma
a dos personas
y un silencio cómplice
en una persona
de dos silencios”.
Los demás aparecerán en “comentarios”, aunque lo mejor es que sigas a @juanlumora y disfrutes de su arte.


De nuevo vino Alessandro a seducirnos con su preciosa voz sigloventesca y su intensidad musical. Nos cantó una canción reciente todavía en italiano. Creo que pronto comenzará a sacar cosas en castellano. Entender lo que dice va a ser irresistible, lo estoy deseando.


La siguiente en escena fue la poeta Olivia Tomé, quien se animó también a recitar un texto de tono erótico, rememorando aquel en el que sonaban “violines que huelen a lavanda”. Antes de comenzar la sesión la vi trabajando con sus papeles, preparando su intervención, creando un ambiente agradable en la sala. Su texto comienza diciendo “Ahora toca que me toques”, y espero que tengáis ocasión de escucharlo.


A continuación salió al escenario de Libertad Ocho la cantautora Liz Scott, quien nos cantó una bonita y curiosa canción titulada Balada de un corazón baladí. Seguimos conociendo, poco a poco, los entresijos y detalles de la obra de esta creadora.


De quien ya conocemos entresijos y detalles, y queremos conocer más, es del Manu Clavijo, uno de mis cantautores favoritos, que cantó una canción que me gusta mucho, como todas las que ha compuesto desde que le conozco. se titula Siempre siembro, y recuerdo perfectamente el día que la estrenó aquí y disfruté de esos versos finales de las estrofas que dicen “yo quería pedirle que me dejara dormir abrazado a sus nervios (…), abrazado a su ruido, (…) abrazado a su miembro”.


El rapsoda Valentín, el vampiro de Madrid, nos trajo una pieza muy especial a este MAL8 (169). Nos recitó de memoria el aria del tenor en su versión original” de don Álvaro y la fuerza del sino, dejándonos a todos boquiabiertos. Él es un ejemplo de puesta en escena, y le agradecemos que venga a compartir sus tablas con nosotros.


Ya en la recta final salió el poeta-bluesman-cantautor Miguel de Paul, un bohemio de la vieja escuela, un observador de la realidad que con gran mano poética canta lo que ve. Interpretó su canción Donde muere la ciudad, aunque me quedó la duda de si la canción se titula Donde MUERDE la ciudad. Le pido desde aquí que nos lo aclare en comentarios y que, de paso, ponga la letra de la canción para que podamos disfrutarla.


La penúltima actuación de este MAL8 (169) fue la del antes aludido Mauro García Berral, joven cantautor que trajo una canción preciosa titulada Aviones, la cual comienza diciendo “hay aviones que viene y van, nunca se sabe qué puede pasar”. Digo lo mismo que dije de su compañero Álvaro: espero verles por aquí muchas veces.


Como es habitual, la última actuación de la tarde fue la de la persona que después hizo un concierto por la noche en Libertad Ocho, la cantautora María Alsondelpez, que nos asombró con su poderosa voz. Hace mucho que ella no viene por aquí, pero parece que en este tiempo ha estudiado guitarra, porque ahora toca de maravilla. Un gusto volver a escucharla en directo.


Y así pasamos la tarde del pasado martes. Esta semana tenemos dos oportunidades de disfrutar de los malochos. Como dije al principio, el lunes a las 22h en punto (entrada libre) haremos una gala titulada “RAREZAS”, en la que cantaremos las extravagancias de nuestros repertorios; y el martes celebraremos nuestra edición nº 170 a las 19h en punto (siempre entrada libre). Gracias a todos por vuestra atención, gracias a Plumilla por las fotos, gracias, gracias, gracias.